jueves, 4 de diciembre de 2014

La asistencia sexual sí existe: algunas respuestas para seguir pensando el modelo “del placer”

Al hilo de la aparición en las redes sociales de la nota "¿Existe la asistencia sexual?", Víctor Ariel Pagano, filósofo y miembro de Sex Asistent Argentina, escribe el siguiente post...

El 2 de diciembre, Iñaki Martinez García, presidente de la Asociación de Profesionales de la Asistencia Personal de España, publicó una nota en la página de la asociación titulada “¿Existe la asistencia sexual?” (http://www.asociacionasap.es/existe-la-asistencia-sexual/). Esta nota finaliza con algunas preguntas que el autor deja sin responder y que retomaré en esta breve entrada. Sin embargo, tuve el placer no sólo de conocer personalmente al autor, sino además de verlo trabajar y charlar con él, por lo que tengo cierta seguridad de que el haber dejado esa preguntas sin respuestas deberíamos leerlo más como una invitación al debate como que como una carencia de opinión al respecto. La nota es interesante, en tanto marca algunas tensiones presentes en el debate sobre la definición que debería adoptarse para dicho concepto, en torno a tres “modelos” o paradigmas: el de la terapia, el del placer y el del voluntariado. Si bien los invito a leerla, para ganar en agilidad (inevitablemente necesaria para la lectura desde la web) copio aquí algunos breves pasajes. Promediando la nota, Martinez García pinta un cuadro de la situación: 
...he podido comprobar que, en general, a la hora de abordar este tema existen dos enfoques distintos. Por una parte el enfoque terapéutico, en el cual la figura del asistente sexual no es ni más ni menos que la del surrogate, es decir, es lo mismo pero con otro nombre. Y por otra parte el enfoque que podríamos llamar “del placer”, sin terapia, que no es más que sexo a cambio de dinero, es decir, trabajo sexual, pero otra vez el mismo perro con distinto collar. Por último existen algunas experiencias, a mi modo de ver no muy acertadas, que consisten en abordar la asistencia sexual desde el voluntariado, con la única intención de esquivar un tema por desgracia todavía complicado, como es el del trabajo sexual.” 
Como podemos ver, se delinean aquí tres modelos, dentro los que a la vez podríamos encontrar submodelos: el que proviene de los abordajes terapéuticos de la sexualidad, que no necesariamente quiere decir que encaren la sexualidad en sí misma como una terapia; el modelo “del placer”, que sería en realidad una especie de disfraz para el trabajo sexual; y un tercer modelo que no es tomado del todo en cuenta por el autor, el del voluntariado. Nuestra posición claramente se encuentra dentro del segundo modelo, el del placer, y por ese respondo aquí. El modelo “del placer” no reniega de su fuerte relación con el trabajo sexual. Si estamos pensando en la sexualidad como fuente de placer -para concentrarnos en ese aspecto de la sexualidad, porque tampoco desconocemos que la sexualidad tiene otras dimensiones importantísimas- resulta lógico pensar que dicha actividad sea ejercida por quienes brindan dicho placer sexual a cambio de dinero. Sin embargo, no creemos que se trate de otro collar para el mismo perro. La sexualidad de las personas presentan características siempre particulares, pero dentro de esas particularidades pueden establecerse, aunque fuese de manera heurística, algunos patrones. Esos patrones pueden hacer al placer, pero también al cuidado. Nadie forzaría, por ejemplo a una persona de edad avanzada con antecedentes cardíacos, a prácticas sexuales que requieran un esfuerzo físico muy intenso. Llevar el placer a esos límites sería irresponsable. 

Muchas veces, consideraciones de este mismo tipo, que hacen al cuidado -y “cuidado” toma aquí un sentido casi “técnico”, que en nada quiere relacionarse con el sentido ancestral de cuidado como “guarda”- en las prácticas, son desconocidas en cuanto a la necesidad de su aplicación en personas con diversidad funcional. Difundir la necesidad y la oportunidad de estos cuidados es parte de una sexualidad más placentera. Llamamos, por tanto, “asistencia sexual” a una práctica propia del trabajo sexual que está adecuadamente informada de esa necesidad y esa oportunidad y que, al menos por el momento, no es para nada mayoritaria como para poder considerar que “asistencia sexual” y “trabajo sexual” puedan identificarse. 

Hecha esta aclaración, pasemos entonces a las preguntas que sugiere el Martínez García: 
La definición ¿debería venir de las propias personas con diversidad funcional, de la misma manera que se definió la figura del asistente personal? 
No intento poner en duda las prerrogativas propias de un colectivo para definir aquellos aspectos de su propia vida que les incumbe especialmente, pero creo necesario mencionar que la voz del colectivo es imprescindible, pero en lo personal, no creo que debería que ser exclusiva. El colectivo de personas con diversidad funcional (y si es que consideramos que la idea de diversidad funcional nos permite a hablar de “colectivo”, por mor del argumento vamos a suponer que sí) es un colectivo con características particulares: existen miembros del mismo en todas las clases sociales, en todas las profesiones, en todas las religiones, etcétera. No es un colectivo que se agrupe en torno a características propiamente nacionales, por ejemplo, confinado a determinados roles dentro de la sociedad como es el caso de muchos inmigrantes en muchos lugares del mundo -aunque no se puede desconocer tampoco que en muchos casos las personas con diversidad funcional siguen siendo activa o pasivamente segregado de la vida en la sociedad. Por eso podríamos pensar que las relaciones con otros “roles” en la sociedad está dado de hecho y eso diluye en parte la importancia de extender los diálogos a todos los que quieran tomar parte. Sin embargo, desde este enfoque, existe al menos otro colectivo interesado: el de quienes lleven a cabo la asistencia sexual. Por lo que ya tenemos una primera respuesta a la pregunta. 

Ahora, ¿deberían ser estos dos grupos quienes monopolicen por tanto la iniciativa y el diálogo sobre la temática? Sinceramente, no veo por qué, en tanto se respete la participación preponderante de estos dos grupos. 
¿Debe estar vinculada a la figura del asistente personal, adoptando de esta su forma de hacer las cosas y la filosofía de la cual proviene, la filosofía de vida independiente, aportando de esta manera, una continuidad en los apoyos para que la persona con diversidad funcional pueda gestionar su vida de la misma forma, sea cual sea el ámbito en el que se encuentre? 
Sin duda la asistencia sexual debería permitir a las personas con diversidad funcional tomar sus propias decisiones en cuanto a las prácticas a llevar a cabo. Pero en esto no difiere de otras formas de contrato por trabajo sexual. En tanto permite concretar diferentes prácticas en torno a la propia sexualidad, creemos que es una forma de “gestionar su vida”. 

Por otro lado, esos cuidados de los que hablamos nos permiten también hablar o no de “acompañamiento sexual” para parejas, donde un tercer miembro, activo o no en la práctica, facilita el encuentro sexual. En este segundo sentido la noción de “acompañamiento” parece verse todavía más emparentada aquí con la de “apoyo”. 
Si dejamos a un lado las tareas que le corresponden a la figura del surrogate y al trabajo sexual ¿Qué tareas realizaría el asistente sexual? 
Quizá esta sea una pregunta que no nos atañe del todo, en tanto no renegamos de la relación con el trabajo sexual. Y de hecho, la pregunta implica la idea de que la asistencia sexual es una figura esencialmente distinta a esas otras dos que menciona. En lo personal, no encuentro otras “tareas” a realizar, ni entiendo por qué no podrían realizarlas de acuerdo a lo descripto más arriba.
¿Podrían estas tareas ser incorporadas a las tareas del asistente personal? 
Esta pregunta viene a mano de la anterior. Y, efectivamente, podrían, de estar de acuerdo ambas partes. No entraré aquí a mencionar si es conveniente o no, si los roles podrían tornarse confusos o largos etcéteras que nos alejarían del punto nodal, porque no se trata de comprimir dentro de reglas y recetas estrictas. La sexualidad ya ha probado esos caminos (y está saliendo de ellos espantada). Pero para un análisis más detallado sobre el tema, los invito a revisar esta entrada del blog de Rafael Reoyo, “Cuerpos abyectos entrelazando vidas”, de quien citaré a su vez una última reflexión: 
Cuando hablamos de asistencia o acompañamiento sexual no inventamos nada. Simplemente pretendemos ampliar unos derechos ya existentes hacia el colectivo de personas con diversidad funcional, en base a las solicitudes de sus protagonistas empoderados y orgullosos de su cuerpo. En ningún caso, debe de ser considerada la única opción sexual para estas personas.
Como opción libre, independiente e informada es una alternativa para aquellas personas con diversidad funcional que no pueden satisfacer sus necesidades sexuales o que encuentran grandes dificultades para lograrlo. Todas las personas somos seres sexuados y tenemos el derecho y la necesidad de disfrutar de relaciones sexuales plenas, saludables y placenteras. Por desgracia, existe un porcentaje muy alto de personas con diversidad funcional que no tiene acceso a compartir su sexualidad con otra persona y, a menudo, ni siquiera acceso a su propio cuerpo.
En ese sentido la asistencia sexual no es un fin en si mismo, sino un medio para ayudar a cada persona a encontrar la manera de vivir su sexualidad. No se trata simplemente de cubrir una necesidad inmediata, sino de descubrir, de sentir, de desear y ser deseado, de autoestima, de empoderamiento...”

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cuerpos abyectos entrelazando vidas (Somateca, 28 de noviembre)

El pasado día 28 fuimos invitados a participar a la mesa 'Diversexx[y]s' enmarcada en las 'Jornadas creep-queer: Cuerpos abyectos entrelazando vidas', organizadas por el colectivo Somateca en el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid. A continuación resumo la aportación de Sex Asistent a los principales temas tratados allí...


Las actuales alianzas entre colectivos discriminados sintetizan dos luchas históricas:
  • La de los derechos civiles y sexuales en igualdad de oportunidades de las personas con diversidad funcional
  • La de los movimientos disidentes al sometimiento político de los cuerpos por los estándares de belleza y de una sexualidad estandarizada. En esa rebelión al sometimiento del cuerpo y los derechos sexuales, por primera vez se visibilizan las personas con diversidad funcional como sujetos de derechos orgullosos de sus cuerpos diversos y en rebeldía ante modelos hegemónicos de cuerpos y de practicas sexuales. 
La idea de divertad propuesta por Javier Romañach es vinculable al ámbito de la sexualidad. La idea persiguiría crear una sociedad diversa y, desde ella, una humanidad inclusiva.
En ese sentido, Sex Asistent es un agente de cambio, de transformación, de reveldía y de resistencia al sometimiento del cuerpo, de la diversidad humana y de la sexualidad como dispositivo de control. Es un proyecto internacional, presente en 6 países (España, Argentina, Venezuela, Colombia y Francia), de índole académico y de investigación sobre sexualidad en diversidad con enfoque en DDHH y de promoción de la asistencia sexual como herramienta de empoderamiento e igualdad de oportunidades creado por Silvina Peirano en 2012 en Barcelona a partir de los espacios de Mitología de la Sexualidad Especial y Sex Asistent y la Filosofía de Vida Independiente como base ideológica. Propiciamos espacios de acción y participación (encuentros, charlas, debates...) para la difusión de la figura del asistente sexual dentro del amplio marco referencial de la sexualidad, la diversidad funcional y la asistencia/acompañamiento sexual.

La relación que mantiene la sociedad con las personas con diversidad funcional suele ser de subordinación. Nosotros proponemos el empoderamiento de las personas con diversidad funcional a través de su sexualidad, y creemos que solo de esta forma dejaran de ser vistos como niños eternos y asexuados para pasar a ser considerados personas adultas empoderadas que toman decisiones entorno a su propia vida. Por lo tanto, la propuesta nos lleba a un modelo social de diversidad inclusiva y en divertad, es decir, en libertad y con dignidad, en la que quepamos todas/os. Y eso es el primer paso para considerar a las personas con diversidad funcional como seres no solamente sexuados sinó como objeto de deseo, porque la diversidad quedará asimilada socialmente como algo natural. 

Además, este proyecto aporta a la sociedad en general un replanteamiento de los modelos de sexualidad-es y de entender y asimilar la diveridad humana, porque la sexualidad es diversa en si misma.

Cuando hablamos de asistencia o acompañamiento sexual no inventamos nada. Simplemente pretendemos ampliar unos derechos ya existentes hacia el colectivo de personas con diversidad funcional, en base a las solicitudes de sus protagonistas empoderados y orgullosos de su cuerpo. En ningún caso, debe de ser considerada la única opción sexual para estas personas.

Como opción libre, independiente e informada es una alternativa para aquellas personas con diversidad funcional que no pueden satisfacer sus necesidades sexuales o que encuentran grandes dificultades para lograrlo. Todas las personas somos seres sexuados y tenemos el derecho y la necesidad de disfrutar de relaciones sexuales plenas, saludables y placenteras. Por desgracia, existe un porcentaje muy alto de personas con diversidad funcional que no tiene acceso a compartir su sexualidad con otra persona y, a menudo, ni siquiera acceso a su propio cuerpo.

En ese sentido la asistencia sexual no es un fin en si mismo, sino un medio para ayudar a cada persona a encontrar la manera de vivir su sexualidad. No se trata simplemente de cubrir una necesidad inmediata, sino de descubrir, de sentir, de desear y ser deseado, de autoestima, de empoderamiento... Con la creación de la figura del asistente sexual se demuestra que las personas con diversidad funcional, por el echo de serlo, no tienen problemas para ejercer sus derechos sexuales siempre y cuando cuenten con los apoyos técnicos y/o humanos necesarios. Cualquier problema en este sentido es derivado de la discriminación, el apartheid y la anulación de la personalidad a la que a menudo son sometidos y que no les permite vivir en comunidad y en igualdad de oportunidades, y también por el rechazo social hacia sus cuerpos alejados de los estándares estéticos. Por lo tanto, no son susceptibles de terapias relacionadas con su sexualidad por el mero hecho de ser diferentes a la mayoría estadística.

En cuanto a si la asistencia sexual es o no prostitución creemos que es un debate estéril, porque hay tantas opiniones y matices como personas. La asistencia sexual es, ante todo, un acuerdo libre entre dos personas y, como tal, debe de ser respetado y no ser tratado únicamente desde las creencias éticas, morales y religiosas de terceras personas. Por ese mismo motivo, tampoco vemos viable esperar a que la figura del asistente sexual se normalice y regularice. Si consideramos que los derehos sexuales son un derecho humano (así lo reconoce la OMS) no necesitamos la aprovación de nadie para ejercerlos. De lo contrario, los prejuicios morales asfixiarian el desarrollo personal de todo un colectivo de personas discriminadas por su diversidad funcional.

Lo que está claro es que el concepto de prostitución debería de ser revisado. Este no es más que un oficio en el cual una persona decide realizar un trabajo especializado con su propio cuerpo a cambio de una retribución económica. Pero es que eso es exactamente lo que se hace en toda relación laboral. Con la coyuntura socioeconómica actual, gracias a la cual la explotación laboral se generaliza en pro de la productividad y el beneficio desmesurado, se ven obligadas a 'prostituirse' millones de vidas a cambio de salarios irrisorios y condiciones laborales denigrantes.

Los biopoderes han trasgiversado la personalidad, como rasgo identitario y diferenciador del resto de inviduos, con la identificación del individuo mediante su cuerpo dominado por los poderes médicos y estéticos de sometimiento del cuerpo. Y es en ese error dónde se confunden los términos, pues en cualquiera de los servicios sexuales de pago, el que contrata el servicio no paga para comprar al trabajador del sexo, ni tampoco su cuerpo entendido cómo objeto, sino el servicio que ofrece. Y si el problema es que ese trabajador muestra su cuerpo desnudo, también lo hacen voluntariamente muchas otras personas desde sus respectivas profesiones, por ejemplo actores y actrices, y nadie se rasga las vestiduras por ello.

Por su parte, el orígen etimológico de la palabra 'asistir' hace referencia tanto a "estar presente" como "ayudar". Sin embargo, la nomenclatura 'asistente/a' se asimila demasiado a 'asistencialismo', que es precisamente justo lo contrario que se pretende con la Filosofía de Vida Independiente con la figura del asistente/a personal. Para evitar malos entendidos y confusiones, consideramos que deberían también revisarse esos términos para adecuarlos a lo que realmente se refieren sin que haya ninguna ambigüedad: ayudas humanas para que las personas con diversidad funcional tengan igualdad de oportunidades.

El nombre pues de asistencia sexual se usa por analogía ideológica. Esta actividad existe y es legal desde hace casi 30 años, mucho antes de que en España ni siquiera se hablara de asistencia personal para personas con diversidad funcional. Nosotros consideramos que las dos figuras laborales no deben de recaer en la misma persona. Primero porque nadie tiene derecho a saberlo todo de una misma persona, vulnerándose así el derecho a la intimidad de las personas con diversidad funcional.

Segundo, porque vinvular la asistencia sexual a la asistencia personal supondría una discriminación dentro de la discriminación. Actualmente, los beneficiarios en España de un servicio de asistencia personal son una inmensa minoria. Por lo tanto, vinculadar las dos cosas supondría una exclusión dentro de la exclusión como es la diversidad funcional respecto al conjunto de la sociedad.

Y tercero, porque al ser una relación laboral en la que el 'asistido' se encuentra en una relación laboral de poder (es el que selecciona y contrata mediante pago directo), podrían crearse relaciones de dominación invertidas. Para evitarlas, mientras que la relación laboral con el asistente personal si que puede ser contractual por periodos largos y sus quehaceres estan más o menos claros, el asistente sexual solo podría ser contratada para realizar un servicio concreto y determinado en el tiempo para garantizar los derechos por ambas partes.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Iniciativa de ley que regule el trabajo sexual autónomo en Argentina

Sex Asistent Argentina acompaña la iniciativa de Ammar Nacional (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina) de una ley que regule el trabajo sexual autónomo.
Crónica: Víctor A. Victor Ariel Pagano (miembro de Sex Asistent Argentina).
Publicado originalmente por Silvina Peirano en Mitología de la Sexualidad Especial.

El viernes 14 de noviembre, en el edificio Anexo de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, y en el marco de la II Mesa de Incidencia Política de AMMAR, y con la presencia de Sex Asistent, se presentó un nuevo Proyecto de Ley para la Regulación del Trabajo Sexual Autónomo, el cual será impulsado por el diputado Gastón Harispe, del bloque Frente para la Victoria. 

Sex Asistent Argentina saluda y acompaña la presente iniciativa porque entendemos que el proyecto contempla la posibilidad de desarrollar una asistencia sexual de libre contrato (autónoma, sin intermediarios) y que no se contemple únicamente como terapéutica. Además, en el mismo proyecto queda mencionada la capacitción de los profesionales, la cual podría incluir conocimientos sobre prácticas o atenciones específicas para personas con diversidad funcional.

Desde el enlace puede leerse el texto completo del proyecto "Regulación del Trabajo Sexual Autónomo" y conocer acciones que, junto a Ammar, Sex Asistent Argentina ha llevado a cabo durante este año. 

jueves, 2 de octubre de 2014

Camino a la divertad...

Es una cuestión clave que se creen los medios necesarios para que las personas con diversidad funcional puedan empoderarse, y Sex Asistent considera que no hay mejor forma que a través de su sexualidad. Para cualquier persona (sin diversidad funcional), la sexualidad no es un fin, sino un medio con el que lograr la plenitud de su existencia (física, psíquica, emocional, etc...). Pues para las personas con diversidad funcional debe de ser lo mismo. ¿Cómo? Empoderándolas a través de algo tan personal como la propia sexualidad.

Las personas con diversidad funcional quieren hacer lo mismo que el resto de personas, lo que a menudo necesitan de ayudas técnicas y/o humanas para hacerlas. Si les damos un servicio de asistencia sexual y nada más, no solo no las empoderamos, sino que recaemos en un servicio 'especial' y segregador, lo cual todavía es peor. La sexualidad se convierte así en una anécdota para unos pocos privilegiados, y con ella no se consigue nada más que satisfacer unas necesidades primarias inmediatas para esos pocos individuos.

Si lo que queremos es que las personas con diversidad funcional se empoderen, tomen las riendas de su vida, ejerzan su autonomía personal y una vida independiente, tienen que ser ellos los que decidan en todos los ámbitos de la vida... ¡Nada sobre nosotros sin nosotros!


La sociedad civil, las administraciones, los agentes sociales,,, pueden (y deben) colaborar a que ese entorno exista, pero deben de ser ellos mismos, empoderados, los que decidan quién, cómo, cuando, dónde... Para eso, no solo tiene que existir el servicio de asistencia sexual, para salvar así los prejuicios y estereotipos sociales entorno a la sexualidad en diversidad funcional y también entorno a las corporalidades no normativas, sino que debe de ser un servicio de autoservicio, exactamente igual que el de asistencia personal.

Con el acceso generalizado de los personas con diversidad funcional a la sexualidad activa, cambia la imagen, y la relación, de la sociedad en relación a las personas con diversidad funcional, porque así pueden dejar dejar de ser considerados ángeles asexuados o niños eternos, sino que serán personas empoderadas que toman decisiones sobre su propia vida. Por tanto, las relaciones entre personas con diversidad funcional y sin diversidad funcional dejarían de ser de sumisión para pasar a ser de igualdad. Además, con todo ello, la diversidad humana se puede convertir en algo natural y asimilable por toda la sociedad.


*Nota: Divertad es una palabra inventada por Javier Romañach, que resume la lucha las personas con diversidad funcional: vivir en libertad y con dignidad.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

I Jornada sexologia y diversidad funcional Sex Asistent-Sexorum (y 2)

En su día, ya os hablamos de la I Jornada de Sexología y Diversidad Funcional, organizada conjuntamente por Sex Asistent y Sexorum. Ahora compartimos con vosotros el vídeo de la sesión inaugural, a cargo de Almudena Herranz, socia fundadora de Sexorum, y la intervención de Rafael Reoyo, coordinador de Sex Asistent en España. 


domingo, 7 de septiembre de 2014

Margarita, with a straw

Ya lo dijimos: el cine es un muy buen escaparate para visibilizar la diversidad funcional. Es por eso que no nos hemos esperado ni a tener un título definitivo en español para hablaros de ella...

Kalki Koechlin es la actriz protagonista de una nueva película que sobre un tema poco tratado en el cine hasta hace bien poco, aunque todavía de forma muy anecdótica: la sexualidad de las personas con diversidad funcional. La película, que se estrenará el próximo 8 de septiembre en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) 2014, trata sobre una joven rebelde con parálisis cerebral que deja su hogar en la India para estudiar en Nueva York. Inesperadamente se enamorará, embarcándose así en un emocionante viaje de auto-descubrimiento. 
El director de la película, Shonali Bose, se inspiró para hacer esta historia en su prima Malini, que tiene parálisis cerebral. Malini, durante la celebración de su 40 cumpleaños, le pidió a Shonali un deseo: quería tener relaciones sexuales. Hasta ese momento, Shonali nunca había considerado la sexualidad de su prima ni sus deseos sexuales. De hecho, es habitual que las personas con diversidad funcional sean tratadas a menudo como si no tuviesen ningún tipo de necesidades sexuales. ¡Y nada más lejos de la realidad! 
Laila, la protagonista, es una mente brillante aunque se siente atrapada en un cuerpo desobediente. Se enamora repetidamente, anhela tener relaciones sexuales y quiere llegar a ser una compositora de Bollywood. 
Ya estamos deseosos de ver el film. En cuanto lo hagamos ampliaremos este post. Mientras, os dejamos con el trailer de la película (en inglés)...



miércoles, 20 de agosto de 2014

Gabrielle

El cine es un fantástico expositor para que la diversidad funcional deje de ser invisible. En este caso, nos ha sorprendido favorablemente la película Gabrielle, una bonita historia de amor entre dos personas con síndrome de Williams, pero que es también la historia de una batalla por la dignidad, la autonomía personal, con o sin apoyos, y el empoderamiento personal.

La película está protagonizada por Gabrielle Marion-Rivard, una joven diagnosticada realmente con el síndrome y que se alzó con el Premio a la Mejor Actriz en los Canadian Screen Award. Le acompaña Alexandre Landry (Martin en la película), que conquistó el Premio al Mejor Actor en el Festival de Gijón. La película, de la directora y guionista Louis Archambault, representó a Canadá en los Oscar de 2014 y ganó el Premio del Público en el Festival de Locarno.




Martin y Gabrielle se enamoran y quieren vivir su amor y su deseo sexual sin trabas de nadie. En este sentido, la película muestra como la sexualidad de las personas con diversidad funcional, en este caso intelectual, sigue siendo un gran tabú para las famílias, las personas que trabajan a su alrededor y para la sociedad en general, alimentado por falsas creencias y desinformación. A través de sus distintos personajes, muestra los interrogantes surjidos desde las diferentes convenciones sociales en torno a la diversidad funcional. Las perspectivas de la madre de Martin, sobreprotectora y más conservadora en cuanto a la sexualidad en diversidad; la hermana de Gabrielle, consciente de sus ansias de libertad y autonomía, pero en el fondo llena de miedos e interrogantes; y las demandas y necesidades de la propia pareja de enamorados, la cinta propone una interesante reflexión acerca de la satisfacción de las necesidades innatas al ser humano lejos de lo comúnmente aceptado como “normal”. "¿Qué es la normalidad?" se cuestiona uno de sus personajes.

Para nosotros, lo más destacable de la película y que rompe tópicos es el tratamiento que hace de la sexualidad en personas con diversidad funcional intelectual. Los encuentros entre Gabrielle y Martin se exponen con realismo, sin pudor y sin el morbo amarillista al que nos tienen lamentablemente acostumbrados; sin embargo, si lo hace con sensibilidad, respeto y, lo más importante de todo, desde el punto de vista subjetivo y vivencial de sus protagonistas, reflejando perfectamente sus emociones personales cuando estan chocan con los intereses de su entorno y los conflictos que se generan. 



Una de las frases de la película con las que nos quedamos es "todo el mundo tiene derecho a amar" que reivindica la hermana de Gabrielle, frente al tan oído ya "sabes que no es lo mismo para la gente como ellos" que dice la madre de Martin. En ese sentido, la directora explica que "quise hablar de la necesidad de libertad y de independencia de un discapacitado intelectual cuya vida está altamente controlada por su familia y diferentes profesionales médicos", y añadió: "Quería que el público se adentrara en su vida cotidiana para poder apreciar sus fuertes personalidades y, sobre todo, mostrar cómo sus deseos y emociones son tan fuertes como los de cualquiera de nosotros. Que son humanos y normales".

jueves, 7 de agosto de 2014

La asistencia sexual desde la Filosofía de Vida Independiente, la Sexología y sus protagonistas (1/3)

Como dijimos en otro post de este blog (I Jornada sexologia y diversidad funcional Sex Asistent-Sexorum), en mayo realizamos unas jornadas conjuntas entre Sex Asistent y Sexorum entorno la sexualidad en diversidad funcional y la asistencia sexual.

Ahora os invitamos a ver el video resultante de la intervención de Silvina Peirano, dentro de la mesa redonda 'La asistencia sexual desde la Filosofía de Vida Independiente, la Sexología y sus protagonistas', en la que ambién ntervinieron Antonio Cubillo y Rafael Reoyo.



martes, 29 de julio de 2014

Código ético sobre afectividad y sexualidad en personas con diversidad funcional

El desarrollo íntegro de las personas conlleva el aceptar al ser humano como ser sexuado, y por lo tanto la sexualidad debe considerarse como una parte importante del desarrollo psicoevolutivo, psicosocial, psicoafectivo de todas las personas, con o sin diversidad funcional de cualquier tipo. Por eso, hemos creído importante la creación de éstas normas éticas, las cuales pueden ser una herramienta útil para al cumplimiento de dichas premisas para todas y cada una de las personas, servicios, organizaciones, instituciones, las personas con diversidad funcional, sus familiares, profesionales de los diversos ámbitos de actuación, investigadores, asociaciones de personas con diversidad funcional que integran este entramado social.

  Código ético Sex Asistent-ANSSYD 

El desarrollo del código viene apoyado por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006), en donde se consagra el cambio del enfoque de las políticas sobre discapacidad, quitando importancia definitivamente a la perspectiva asistencial, para abordar otro modelo basado en los derechos humanos, pasando así a considerar a las personas con diversidad funcional como sujetos titulares de derechos y no como objetos sólo de tratamiento y protección social, y establece como principios generales el respeto a la dignidad. La Convención... obliga a los estados partes a respetar y asegurar el cuidado de la salud sexual y reproductiva de las personas con discapacidad. Todas y cada una de las personas, servicios, organizaciones, instituciones que integran este entramado social son y están para contribuir, desde su papel, con su esfuerzo y sus recursos, a ese fin último. El desarrollo íntegro de las personas conlleva el aceptar al ser humano como ser sexuado, y por lo tanto la sexualidad debe considerarse como una parte importante del desarrollo psicoevolutivo y psicoafectivo de las personas que tengan o no una diversidad funcional, indefinida o transitoria. Una manera de cumplir esa misión es a través de la creación de códigos éticos. Es por ello que la Asociación Nacional de Salud Sexual y Discapacidad (ANSSYD) y Sex Asistent aúnan sus esfuerzos para elaborar este documento con el fin de crear una herramienta útil para todos los profesionales de los diversos ámbitos de actuación y asociaciones dedicadas a la atención de las personas con diversidad funcional, con el fin de que en la gestión de todos los aspectos de su trabajo profesional, actúen de acuerdo a lo marcado en principios éticos como: la autonomía personal, la independencia de cada ser humano, la integridad, competencia, confidencialidad, responsabilidad y respeto por los derechos humanos y civiles, proveyendo y promoviendo estándares de actuación acorde a las necesidades sexuales particulares de cada persona, la no discriminación, la igualdad entre hombres y mujeres, la participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad, la igualdad de oportunidades, el respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con cualquier diversidad funcional como manifestación de la diversidad y la condición humana. Por supuesto este Código lo vemos como un documento abierto y dinámico, donde su permanente revisión ha de venir de la implicación y participación de todos los agentes, especialmente de las vivencias y experiencias de sus destinatarios finales: las propias personas con diversidad funcional.



lunes, 28 de julio de 2014

Cos'è Sex Asistent?

*Presentazione di Rafael Reoyo nelle conferenze “Miradas sobre la asistencia sexual” (Sguardi sull’asistenza sessuale) organizzate a Madrid il 24 maggio 2014 asieme a Sexorum e Sex Asistent Internacional. Tradotto dallo spagnolo da Milena Cocianni.

Se vogliamo che la sessualità delle persone con diversità funzionale smetta di essere un tema tabu relegato alla marginalità e, se in più funziona già in altri paesi, ¿perchè non funzionerà qui? In questo contesto è dove nasce, ed il motivo della nascita di Sex Asistent.

La nostra proposta ha a che fare con una sessualità piacevole, diversa, non normativizzata, che rispetti la diversità umana e la libertà individuale, in più che permetta la superazione di stimmi sessuali. I diritti sessuali sono diritti umani e la necessità di assistenza técnica e/o umana non dovrebbe essere un ostacolo per essercitarli.

Sex Asistent è una rete mondiale multidisciplinaria creata da Silvina Peirano nel 2012 a Barcellona. È un progetto teorico e accademico di ricerca e promozione della assistenza sessuale nata dagli spazzi di “Mitología de la Sexualidad Especial” e “Sex Assistent”. Attualmente abbiamo presenza in sette paesi: Spagna, Argentina, Venezuela, Colombia, Israel, Portugal e Francia.

Non siamo una associazione che gestisce un servizio di assistenza sessuale. Consideriamo che dovrebbe essere un servizio di autogestione e di autonomía laborale, per evitare il prossenetismo e la segregazione, senza cercare il controllo neanche la manipulazione della sessualità delle persone con diversità funzionale raggiungendo l’empowerment della propia sessualità.

Il progetto va oltre a solo il fatto che le persone con diversità funzionale possano mentenere relazioni sessuali di qualsiasi tipo. Sarebbe soltanto aneddotico se si fermasse lì. In questo senso Sex Asistent è un agente di cambio di trasformazione, di ribellione e di resistenza alla sottomissione del corpo, della diversità umana e della sessualità come dispositivo di controllo.

La nostra proposta ha a che fare con le pari oportunità, l’autonomia, la dignità, la libertà individuale, l’empowerment e l’orgoglio per la diversità. Siamo partecipi, asieme ad altri gruppi in una rivoluzione che va dalla radicalità reivindicativa per il rispetto, una dignità ed un orgoglio verso corpi che funzionano e sono steticamente diversi alla maggioranza statistica e contro l’omogeneizzazione corporale imposta, diventando così la diversità un valore che parte dalla sessualità.

Centra anche con una serie di diritti umani e sessuali sistemáticamente negati ad un settore della popolazione, e che serve per ricuperare gli stimmi sessuali associati alla condizione risultante del vincolo dis-abile/non-cittadino riservato alle persone con diversità funzionale.

In più, questo supone una via per la valorizzazione sociale della diversità funzionale in generale. Come cambio radicale, la considerazione delle persone con diversità funzionale come esseri capaci di avere una padronanza della sua sessualità, atraverso il riconoscimento delle diverse corporalità e l’identità sessuale di ogni persona, dal rispetto per la diversità umana e la libertà individuale.

Ha a che fare, anche, con le corporalità e la sessualità non egemonica. Questo è il grande aporte di questo progetto e le persone diversamente abili alla società in generale: la proposta di un modelo sociale di diversità inclusiva ed in “divertad”, cioè, in libertà e con dignità, nella quale nessuno sia escluso.


In fine, ha a che fare con la considerazione delle persone con diversità funzionale come esseri non solamente sessuati sennò come oggetto di desiderio perche la diversità rimarrà asimilata socialmente come qualcosa di naturale.

Secondo il bioètico Javier Romañach: “se si desidera costruire una società nella quale nessuno sia escluso. Se si desidera che la diversità funzionale non rapresenti uno svantaggio sociale ne un elemento di discriminazione, si deve cambiare da oggi la visione sulla diversità funzionale e la dignità nella quale questa si supporti".

Da Sex Asistent consideriamo che, fino a quel cambio di paradigma voluto, l’assistenza sessuale sarà necessaria.

Ce qu'est Sex Asistent

* Extrait de l'intervention de Rafael Reoyo durant les journées «Regards sur l'assistance sexuelle» qui ont eu lieu à Madrid le 24 mai 2014. Ces journées ont été organisées conjointement par Sexorum et Sex Asistent InternacionalQuelques éléments ont été ajoutés à la traduction afin de faciliter la compréhension des valeurs qui sous-tendent les objectifs posés. Traduction par Anne-Cécile Mouget.


Sex Asistent est un réseau mondial multidisciplinaire créé par Silvina Peirano en 2012 a Barcelone. C'est un projet théorico-académique international de recherche scientifique, de réflexion et de promotion de l'assistance sexuelle qui est né des espaces «Mythologie de la sexualité spéciale» et «Sex Asistent». Actuellement nous sommes présents dans sept pays: Espagne, Argentine, Venezuela, Colombie, Israël, Portugal et France. Notre mouvement s'inscrit dans la lignée du mouvement pour la vie autonome.

Le nom retenu a été celui qui pouvait être compris, sans traduction, dans le plus grand nombre de pays possibles. Même si la notion d'«assistance» peut-être discutée pour la langue française, ce nom fait consensus en français aussi.

Tout d'abord nous voulons que la sexualité des personnes avec diversité fonctionnelle cesse d'être un thème tabou, et de ce fait la cible de nombreuses représentations erronées et préjugés, un thème relégué à la marginalité. Une double marginalité, le handicap place les personnes en position de liminalité de la société, certains aspects de leur vie sont mieux acceptés que d'autres, le plus dénié reste la sexualité. Et alors que d'autres pays ont déjà réussi nous nous sommes demandés : pourquoi n'y arriverions nous pas ici aussi? Ce contexte est celui dans lequel, et pour lequel, est né Sex Asistent.

Nous voulons promouvoir, pour tous, l'expression d'une sexualité épanouissante, diverse et non normative. Une expression dans le respect de la diversité humaine et de la liberté individuelle, qui permette de dépasser les stigmatisations sexuelles. Toutes formes de stigmatisation sexuelles. Les droits sexuels sont des droits humains et la nécessité pour les personnes de recourir à des aides techniques et/ou humaines pour pouvoir réaliser leur sexualité ne peut être un obstacle à l'exercice de ces droits. Il en va de même du fait de devoir ou de souhaiter exprimer sa sexualité d'une manière qui ne corresponde pas aux scripts sexuels les plus courants statistiquement, ou les plus valorisés culturellement. L'idée que toutes les manières de faire, d'avancer vers un objectif, se valent, même si elles entraînent un coup économique ou énergétique variable, est la base même du concept de diversité fonctionnelle.

Nous ne sommes pas une association qui gère un service d'assistance sexuelle, ou de mise en relation avec des assistant(e)s sexuel(le)s, car nous considérons que le recours à ce service doit être géré par les personnes concernées et respecter l'autonomie, la libre détermination, tant des bénéficiaires que des personnes souhaitant exercer l'assistance sexuelle. Ce choix a été fait aussi afin d'éviter un quelconque proxénétisme, ou la ségrégation qui pourraient résulter d'un tel service, pour que personne ne contrôle ou ne manipule la sexualité des personnes avec diversité fonctionnelle et pour que ces dernières s'emparent elles-mêmes, s'approprient leur sexualité, dans une démarche d'empowerment.

Le projet va beaucoup plus loin que le fait de promouvoir les capacités des personnes avec diversité fonctionnelle en matière de sexualité, de soutenir qu'elles peuvent avoir des relations sexuelles, quelle que soit la manière, ordinaire ou plus personnelle, d'y parvenir. Il est nécessaire de dépasser ce niveau qui pourrait rester anecdotique. Dans ce sens, Sex Asistent est un agent de changement, de transformation, de rébellion et de résistance à la soumission du corps, de la diversité humaine et de la sexualité aux diktats culturels. Une soumission telle qu'elle peut devenir un dispositif de contrôle sur les personnes.

Nos voulons promouvoir l'égalité d'opportunités, l'empowerment, l'autonomie, la liberté individuelle, la dignité et la fierté pour le divers. Nous participons, avec d'autres collectifs, à une révolution d'une radicalité revendicative pour le respect, la dignité et la fierté de tous, y compris ceux dont le corps fonctionne et est esthétiquement différent de la majorité statistique en opposition à l'homogénéisation corporelle culturellement imposée. Nous voulons convertir la diversité en une valeur, au moins du point de vue de la sexualité.

Nous voulons aussi promouvoir le respect d'une série de droits humains et sexuels systématiquement nié à un secteur de la population, étiquetée «handicapée» d'une manière stigmatisante. Ces droits doivent servir à dépasser les stigmates sexuels associés à la condition résultant du liens dis-capacité / dis-citoyen auxquelles sont réduites les personnes avec diversité fonctionnelle.

Ceci suppose la valorisation sociale de la diversité fonctionnelle en général, et la considération des personnes avec diversité fonctionnelle comme des êtres sexués capables en reconnaissant les corporalités différentes et en respectant l'identité sexuelle de chaque personne (on parle bien ici d'identité sexuelle, non d'identité de genre, mais la lutte pour le respect de l'identité de genre est une lutte connexe). Ceci à partir du respect pour la diversité humaine et pour la liberté individuelle.

Nous voulons donc aussi promouvoir aussi l'idée de corporalités et de sexualités loin de la norme culturelle hégémonique. Et ceci est le grand apport de ce projet et des personnes avec diversité fonctionnelle à la société en général: la proposition d'un modèle social de diversité inclusive dans la diversité, c'est à dire, la liberté et avec dignité, un modèle dans lequel nous pouvons tous nous reconnaître.

Et enfin nous voulons promouvoir la reconnaissance des personnes avec diversité fonctionnelle comme des êtres non seulement sexués, capables de désir, de plaisir, de liberté de choix en la matière, mais aussi comme objets de désir. Alors la diversité pourra être assimilée socialement comme quelque chose de naturel.

Selon le bioéthicien Javier Romañach «Si nous voulons construire une société dans laquelle nous participons tous. Si nous voulons que la diversité fonctionnelle ne représente pas un désavantage social ni un élément de discrimination, nous devons aller changeant, à partir de maintenant, la vision que l'on a de la diversité fonctionnelle et de la dignité qui la sous-tend.»


A Sex Assistent nous considérons que, jusqu'à ce changement de paradigme soit atteint, l'assistance sexuelle sera nécessaire.  

domingo, 27 de julio de 2014

Capacitación y código ético: hacia una ética profesional

Extracto de la ponencia de Rafael Reoyo en las jornadas 'Libertad sexual y sus implicaciones sociales en la actualidad'. Madrid, 28 de abril de 2014. 

Sex Asistent es pionera en España, en colaboración con ANSSYD, en ofrecer un curso de capacitación específica a aquellas personas que desean desempeñar la labor de asistentes sexuales. La especialización, desde la Filosofía de Vida Independiente, es necesaria para evitar el rechazo, la repulsión, el asistencialismo, la lástima... porque todo ello podría socavar la autoestima de muchas personas con diversidad funcional e incidir en su estigmatización. La preservación de la dignidad inherente de las personas con diversidad funcional mediante la formación de los asistentes sexuales convierte en inviable el carácter de voluntariedad de esta profesión. Dejar el tema en manos de voluntarios malmete la propia figura del asistente sexual porque podría causar recelos sobre sus intenciones entre familiares, tutores y trabajadores entorno a las personas con diversidad funcional, especialmente mental y, por consiguiente, su rechazo sistemático. En este sentido, en los países dónde ya funciona el servicio de asistencia sexual como una actividad de carácter profesional, ha sido mejor aceptada que otras opciones tanto por padres de personas con diversidad funcional como por profesionales. Y no es que éstos deban de decidir por las personas con diversidad funcional, ni menoscabar su voz, pero sin duda, en muchos casos pueden ejercer una influencia en su toma de decisiones. 

Entendemos que, para evitar situaciones estigmatizadoras y de indignidad, el asistente sexual debe aceptar expresamente un código ético profesional. En ese sentido, el 'Código ético sobre sexualidad y afectividad' desarrollado por Sex Asistent y ANSSYD está dirigido a familiares y a todos aquellos profesionales que trabajan entorno a estas personas para que se preserven los derechos y la dignidad de las personas con diversidad funcional en todos los ámbitos de la vida y, muy especialmente, en este que nos ocupa. 

Obviamente, la asistencia sexual está dentro de los servicios sexuales. Más allá del morbo que ello suscita, la consideración de si es o no prostitución va a depender de las creencias éticas, morales y religiosas de cada mirada. Nosotros no nos pronunciamos sobre ello, sobretodo porque creemos que la asistencia sexual no debe de ser ni un servicio especializado y segregador ni un simple negocio a costa de las personas con diversidad funcional. Es, ante todo, un agente de cambio al sometimiento político del cuerpo y de la diversidad humana

En cualquier caso, permitidme que os diga que la prostitución no es más que un oficio en el cual una persona decide realizar un trabajo especializado con su propio cuerpo a cambio de una retribución económica. Bajo esa definición, el geopolítico y sociólogo Jon E. Illescas Martínez advierte de que, si se prohíbe la prostitución, habría que prohibir también todo trabajo. Esa argumentación toma aún más sentido, si cabe, con la coyuntura socioeconómica actual, gracias a la cual la explotación laboral se generaliza en pro de la productividad y el beneficio desmesurado propios del neoliberalismo, 'prostituyendo' millones de vidas a cambio de salarios irrisorios y condiciones laborales denigrantes. 

Los biopoderes se encargaron de situar al cuerpo como el elemento central de nuestras vidas para así poder controlar a la población con facilidad. De esta manera se ha trasgiversado la personalidad, como rasgo identitario y diferenciador del resto de inviduos, más allá de sus características o estética corporal, con la identificación del individuo mediante su cuerpo dominado por los poderes médicos y estéticos de sometimiento del cuerpo. 

Es en ese error, en la identificación del individuo mediante su cuerpo y no mediante su personalidad, dónde se confunden los términos, pues en cualquiera de los servicios sexuales de pago, el que contrata el servicio no paga para comprar al trabajador del sexo, ni tampoco su cuerpo entendido cómo objeto, sino el servicio que ofrece. Y si el problema es que ese trabajador muestra su cuerpo desnudo, también lo hacen voluntariamente muchas otras personas desde sus respectivas profesiones, por ejemplo actores y actrices, y nadie se rasga las vestiduras por ello.

miércoles, 23 de julio de 2014

Asistencia sexual: relato en primera persona

Reproducimos aquí la entrada 'Asistencia sexual', publicada el 22 de julio de 2014, en el blog de Pedro Pimentel, Los Sentimientos en la Discapacidad, por el interés que suscita. Trata de como una persona con diversidad funcional, con parálisis cerebral, se siente durante y después de una relación con su asistente/a sexual.

En palabras de Silvina Peirano, éste es un relato personal sobre una experiencia personal: redundante?....no si tienes una diversidad funcional; donde las historias son contadas y protagonizadas por otrxs.

El testimonio no sólo aporta otra visión sobre la asistencia sexual, sino que empodera las búsquedas independientes de quienes elijan la asistencia sexual como opción, en un marco de respeto y equidad... y de paso: renovamos el repertorio clásico de aquello que solemos denominar: sexualidad humana!

Todo este tiempo en que lleva en funcionamiento este blog, en las diferentes etapas, detrás de mis relatos, que eran reflexiones sobre mis inquietudes en el campo de La Sexualidad en la discapacidad, se escondía la necesidad de encontrar respuestas… No pude encontrar estas respuestas yo solo pero gracias a mi creatividad y a este blog fui sacando las pequeñas cosas que  me preocupaban en este terreno e indagando sobre el tema conseguí ponerme en contacto con diferentes personas que me ayudaron a disipar mis dudas y a liberar mis miedos.

Mi Parálisis Cerebral me limita en muchas cosas, el terreno de las chicas con diversidad funcional es muy complicado, desgraciadamente somos eternos niños a los que nuestras familias sobreprotegen y especialmente cuando damos muestras de inquietudes en el terreno de La Sexualidad. Con una diversidad funcional en tu vida, la naturaleza de la sexualidad desgraciadamente desaparece o se convierte en un tema tabú y ya no digamos cuando intentamos conocer a otra persona con quien compartir experiencias… es casi una misión imposible.

He alcazado un ¿sueño…? ¿Una meta…? Simplemente una ilusión, la ilusión de estar íntimamente con una chica que me ayudase a descubrir eso que tantísimas veces leí, con el título de Asistencia Sexual, que puede confundirse con una prostituta especializada en personas con diversidad funcional, cosa equivocada. Verdaderamente mi compañera me hizo gozar y descubrir sensaciones hermosas que nunca antes había experimentado.

Nuestro primer encuentro empezó en mi habitación de trabajo, por fin a solas con mi compañera. Dejando puesta la música, que había seleccionado para la ocasión, giré mi silla de ruedas eléctrica y empezamos a movernos a ritmo de la banda sonora de La vida es bella.

Empecé a bajarle los tirantes del vestido que se quedó en la cadera y ella lo dejó caer hasta el suelo, y así, en ropa interior, fue a por  mi silla de ruedas manual, volvió sentada en ella y nos abrazamos. Continuamos desnudándonos y bailando. Me puso de pie, empecé  a quitarle los tirantes del sujetador, lo desabrochó y lo quitamos, ella continuó quitándome los calzoncillos y yo le bajé las braguitas.

Me llevó al cuarto de baño en mi silla manual, me sentó en la silla de ducha, graduamos la temperatura del agua y empezamos a mojarnos… todo era muy excitante. Al rato pedí ponerme de rodillas, empecé a querer tocar&nbsp su sexo. Después de besos y caricias y ya sentado de nuevo en la silla de ducha, cogió una toalla y nos secamos, fue a por mi silla de ruedas y fuimos hasta mi habitación, hasta mi cama… Me tiré en plancha, boca arriba, mi compañera me besó, me acarició y al ver mi estado de excitación me preguntó si quería probar la penetración. Cogió un preservativo de mi mesilla y me lo puso con delicadeza. Se colocó encima de mí e introducimos mi pene en su cuerpo, una sensación extraña que por mi estado de nervios me dolió un poco. Empezamos  a jugar, me acercó sus pezones, su boca, nos acariciamos… y de fondo mi música continuaba sonando.

Mi Para Elisa, unas de mis canciones preferidas, alcanzó mis sentimientos y los relajó, sintiéndome libre, sonriendo por dentro… verdaderamente en ese momento ambos sonreímos. La música se terminó, sacamos mi pene y ella se fue a ponerla de nuevo. Volvimos con el juego, nos giramos, cambiamos de postura, empecé a besarla el cuello, me  movió de tal manera que mi pene volvió a introducirse en su interior con tal suavidad que prácticamente no fui consciente de ello. Nos movimos acompasando nuestros cuerpos y al rato la saqué, deslizándome por su cuerpo, iba acariciando y besando toda su piel. Llegué a su sexo, lo lamí y toque, quiso que la tocase en algún punto, que lo explorara entero, sin embargo mi muñeca no pudo girar. Nuevamente nos giramos, el pene todavía erecto y duro, me quitó el preservativo y empezó a acariciarlo y a lamerlo y poco a poco a coger un ritmo que comenzó despacio pero se fue incrementando... Esa sensación me aceleró muchísimo el corazón, de repente tuve mi primer orgasmo y el semen salió disparado… finalmente el corazón se calmó, iluminando una gran sonrisa.

Después seguimos un rato más tumbados en la cama, hablamos de la estupenda experiencia, y antes de volver a la ducha le enseñé parte de “mis pequeñas cosas”.

Quiero que este artículo, que es un capítulo de mi vida, sirva para que más persones con diversidad funcional que puedan tener el término de Asistencia Sexual confuso, vean una experiencia real, con una Parálisis Cerebral.

miércoles, 9 de julio de 2014

Sex Asistent France

Nos es grato anunciar que Francia se une a la Red mundial Sex Asistent. A partir de ahora, también publicaremos en este blog contenidos en francés para nuestros seguidores francófonos. Además, Sex Asistent France contará con una página propia en facebook a la que se puede acceder clicando en el logo...


De esta manera, Francia se une a otras personas y colectivos de otros países, configurando así una red que persigue unos mismos objetivos en diferentes partes del planeta.

Nuestros blogs:

Facebook:

Twitter:

domingo, 6 de julio de 2014

Miembros de Sex Asistent participan en un curso de la Universidad de verano

Miembros de Sex Asistent de ambos lados del Atlántico participaron apotando su experiencia y sus estudios en diversidad funcional y sexualidad, así como entorno a la figura del asistente sexual.

En el marco de la Universidad Internacional del Mar el curso, 'Sexualidad no normativa. Nuevas visiones en torno a la sexualidad de las personas con diversidad funcional (discapacidad)', celebrado en Águilas (Murcia) entre el 3 y el 5 de julio, el curso pretendía abordar, desde una perspectiva interdisciplinar, la sexualidad de las personas con diversidad funcional desde una óptica de derechos humanos y de igualdad de oportunidades.

Entre otras ponencias, Maria Elena Villa Abrille, Psicóloga y Sexóloga clínica colaboradora y co-autora, junto a Silvina Peirano, de los cursos para orientadores en sexualidad y diversidad funcional en Argentina, habló de los cuerpos diversos como centro de nuestra existencia sexuada y sexual.

Otro gran profesional comprometido con el proyecto de Sex Asistent, Samuel Díez Arrese (Xamu), sexólogo y profesor del Instituto de Sexología Incisex, explicó cómo eliminar la construción de individuos 'con', en clara referencia a las etiquetas para referirse a determinados colectivos las cuales no les permiten realizar las mismas cosas que al resto de personas. En ese sentido, Xamu resaltó que en sexualidad no hay discapacidades sino identidades.

Por su parte, el compañero de Sex Asistent Argentina, Victor Ariel Pagano, profesor de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires, quiso poner un poco de luz a la confusión entorno a todo éste tema aportando definiciones y conceptualizaciones imprescindibles hacia un marco ético-legal para la asistencia sexual.

Por su parte, Rafael Reoyo, activista por los derechos humanos y sexuales y miembro de Sex Asistent Catalunya, justificó la asistencia sexual desde diferentes ámbitos y disciplinas. Para entender la magnitud multidisciplinar del tema, repasó nociones entorno a la diversidad humana y sexual de las personas con diversidad funcional y de otros colectivos discriminados por sus corporalidades alejadas de los cánones estéticos y de formas heterogeneas de hacer las cosas. Desde el modelo de la diversidad de la discapacidad hizo una propuesta para que la liberación sexual de las personas con diversidad funcional se convierta en una realidad y así mismo la visión social hacia la diversidad funcional cambie radicalmente a través del empoderamiento sexual de estas personas.

Nuestra aportación concluyó con la participación en el curso de Guillermo Pérez León, sexólogo y coordinador del Grupo Ibero Americano de Orientación y Apoyo a la Salud Sexual y miembro también de Sex Asistent.


Carta de Esther, que asistió a la I Jornada sexologia y diversidad funcional Sex Asistent-Sexorum

Recibir cartas como esta de Esther M. M. son las que te hacen seguir el camino hacia un objetivo concreto... Muchas gracias por vuestro apoyo allá dónde vamos!

El pasado 24 de Mayo tuve la oportunidad de asistir a la primera jornada sobre Sexología y Diversidad Funcional. Miradas sobre la Asistencia Sexual

En una sola línea el título de la jornada es capaz de definir a la perfección lo que los asistentes a la misma nos encontramos; en muy poco tiempo se habló de mucho, y pasados los días,  sigo asimilándolo, poniendo un poco en orden, no sin esfuerzo, los apuntes que tomé, que afortunadamente fueron muchos. 

 No cumplo con un perfil claro de asistente a este tipo de jornadas; comparándome con los demás compañeros, entendí que lo que me había movido a asistir, me iba a ayudar a recibir todas y cada una de las partes de las jornadas con una perspectiva muy abierta dado que no se iba a sustentar en ningún juicio elaborado previamente. 

Porque ni soy sexóloga (por ahora, dado que he tomado la decisión de estudiar el Máster en Sexología), ni en principio presento Diversidad Funcional, aunque sí que tengo contacto directo con ella dado que soy Maestra especialista en Pedagogía Terapéutica, y aunque sí que conocía la existencia de la figura del “Asistente Sexual”, no sabía cómo se estaba articulando este movimiento en España  ni los postulados que defienden. Me movían la curiosidad, las ganas de escuchar, de entender y de conocer; y puedo afirmar que salí satisfecha: dado que pude escuchar a grandes profesionales, pude entender conceptos fundamentales y sólidos y además conocer otros modos, alternativas o formas de vivir o percibir la sexualidad de las personas con Diversidad Funcional. 

Fueron unas jornadas muy completas: tal vez, se quiso decir mucho en muy poco tiempo; porque no solo se habló de Sexología; no solo se habló de Diversidad Funcional; no solo se habló de Asistencia Sexual; se habló de la conexión de estos tres conceptos, haciendo hincapié precisamente en eso: en lo que los une, aportando cada prisma su propia perspectiva, sin perder su identidad pero siempre desde el firme propósito de construir bases sólidas en las que apoyarse. 

Comprendo que el público era muy diverso, perteneciente a varios colectivos con sus propias inquietudes, miedos e incluso algunos, con ansias de respuestas concretas; ante tanta diversidad, es difícil dar respuestas a cada necesidad particular; Entiendo, aunque esto es solo mi opinión,  que lo que se quería lograr con la jornada era ofrecer una malla, una red, una base que pudiera sustentar algunas dudas, aplacar alguna urgencia, ofrecer alternativas, perspectivas….Miradas…;   y creo, pero repito, es solo mi humilde opinión, que se logró. 

Y se consiguió cuidando mucho las ponencias, sus ponentes y los contenidos, así como el ritmo de ejecución. 

En la jornada se mostraron pinceladas de los caminos que se pueden trazar para intentar llegar al mismo sitio: a veces directos, otros más laberínticos, pero siempre con puntos de unión dignos de destacar y de acondicionar para que el viaje se pueda hacer más llevadero. 

Destacaría muchos puntos como positivos: la organización, el lugar, la creación de un ambiente distendido, y el soporte técnico: el empeño por poder hacer la jornada también on-line es un acierto pese al trabajo extra que entiendo, tuvo que suponer, así como los contenidos y las ponencias. Y la oportunidad de apertura, de debate, de enriquecimiento mutuo, que no se terminó de aprovechar del todo porque, al menos a mí me ocurrió, primero había mucho que asimilar. 

Me resisto a destacar algún aspecto como negativo ante una organización tan cuidada y un trabajo de fondo impecable y sobre todo lleno de ilusión por seguir evolucionando, esto también se percibió; si he de hacerlo, destacaría la pequeña frustración de no contar con la presencia física de Silvina Peirano. Su aportación era CLAVE en la jornada y su mensaje quedó un poco diluido al ser emitido por videoconferencia: había que hacer un esfuerzo extra por traspasar la barrera virtual y no perder el hilo de su discurso, que fue muy interesante pero difícil de seguir en algunos momentos. 

Salvo esto, la jornada logró despertarme curiosidades, respondió a algunas preguntas aunque también generó muchas nuevas y sobre todo comprendí que esta jornada era el principio, un comienzo, un primer paso de un camino, o varios, aún por andar. 

Mi más sincera enhorabuena.

viernes, 27 de junio de 2014

El asistente/a sexual como derecho a una sexualidad placentera vs. el surrogate como una sexualidad terapéutica

*Extracto de la ponencia de Rafael Reoyo en las jornadas ''Miradas sobre la asistencia sexual" (Madrid, 24 de mayo de 2014), organizadas conjuntamente por Sexorum y Sex Asistent Internacional. 

Con la creación de la figura del asistente sexual se demuestra que las personas con diversidad funcional, por el echo de serlo, no tienen problemas para ejercer sus derechos sexuales contando con los apoyos técnicos y/o humanos necesarios.

Cualquier problema es derivado de la discriminación, el apartheid y la anulación de la personalidad a la que a menudo son sometidos y que no les permite vivir en comunidad y en igualdad de oportunidades y también por el rechazo social hacia sus cuerpos alejados de los canones estéticos. Por consiguiente, no son susceptibles de terapias relacionadas con su sexualidad por el mero echo de ser o funcionar diferentes a la mayoría.

Desde este enfoque, no sería posible concebir la asistencia sexual como una terapia que, como tal, pretenda conseguir unos objetivos predefinidos con el fin de restaurar unos supuestos patrones de 'normalidad', ni tampoco cabría hablar de un límite de sesiones o cualquier otra restricción impuesta por terceras personas, porque sería reconocer la no aceptación de la diversidad humana.

Si bien el objetivo primordial de la asistencia sexual, acorde con el marco coneptual planteado desde Sex Asistent, los objetivos de la asistencia sexual hacen referencia a valores y principios como la autonomía, la autodeterminación, el empoderamiento, la calidad de vida y los derechos humanos, los cuales van unidos al concepto de inclusión. Según este marco teórico, la “asistencia sexual” con fines terapeuticos debería de llamarse de una forma diferente porque el/la asistente sexual no es un terapeuta ni alguien que dirija, corrija, decida, autorice, imponga o prohiba sobre la sexualidad de las persona con diversidad funcional ni sobre sus "trastornos sexuales". Es un medio para que las persona con diversidad funcional que quieran puedan hacer valer sus derechos, sus deseos y sus necesidades sexuales con dignidad e igualdad de oportunidades. 

En ese sentido, un/a asistente sexual debe de ser algo parecido a un asistente personal: su labor no es la de cuidar sinó la de facilitar aquellas cosas que la persona con diversidad funcional no puede hacer por él mismo, pero si son quienes deciden cuando, cómo, dónde y por quién se hacen.


El servicio es diferente en cada uno de los países dónde ya funciona la asistencia sexual como actividad de carácter profesional, en función de consideraciones morales, éticas, religiosas. También sobre la visión social de la diversidad funcional y cuestiones legales en relación a los servicios sexuales de pago. Pero en la mayoría de países tiene una clara tendencia hacia al asistencialismo y el carácter terapéutico de esta práctica. Por eso Sex Asistent ha decidio crear su propio modelo, único en el mundo en su planteamiento en sexualidad placentera, también para las personas con diversidad funcional, como medio de empoderamiento y de que cambie la visión social negativa hacia la diversidad funcional.

viernes, 13 de junio de 2014

¿Qué es Sex Asistent?

*Extracto de la ponencia de Rafael Reoyo en las jornadas ''Miradas sobre la asistencia sexual" (Madrid, 24 de mayo de 2014), organizadas conjuntamente por Sexorum y Sex Asistent Internacional. 

Si queremos que la sexualidad de las personas con diversidad funcional deje de ser un tema tabú relegado a la marginalidad y, si además, ya funciona en otros países, ¿por qué no lo va a hacer aquí? En ese contexto es dónde y para lo qué nace Sex Asistent.

Nuestra propuesta tiene que ver con una sexualidad placentera, diversa y no normativizada, que respete la diversidad humana y la libertad individual, y que permita la superación de estigmas sexuales. Los derechos sexuales son derechos humanos y la necesidad de ayudas técnicas y/o humanas no puede ser un obstaculo para ejercerlos.

Sex Asistent es una red mundial multidisciplinar creada por Silvina Peirano en 2012 en Barcelona. Es un proyecto teórico-académico de investigación y promoción de la asistencia sexual que nace desde los espacios de “Mitología de la Sexualidad Especial” y “Sex Asistent”. Actualmente tenemos presencia en siete países: España, Argentina, Venezuela, Colombia e Israel, Portugal y Francia.

No somos una asociación que gestiona un servicio de asistencia sexual, porque consideramos que debe de ser un servicio de autogestión y desde la autonomía laboral, para evitar el proxenetismo y la segregación, para que nadie controle ni manipule la sexualidad de las persona con diversidad funcional, y para que estas se empoderen a través de su propia sexualidad.

El proyecto va mucho más allá de que unas cuantas persona con diversidad funcional puedan mantener relaciones sexuales, del tipo que sean, porque sería anecdótico en si mismo si lo dejamos ahí. En ese sentido, Sex Asistent es un agente de cambio, de transformación, de reveldía y de resistencia al sometimiento del cuerpo, de la diversidad humana y de la sexualidad como dispositivo de control.

Nuestra propuesta tiene que ver con la igualdad de oportunidades, el empoderamiento, la autonomía, la libertad individual, la dignidad y el orgullo por lo diverso. Somos participes, junto a otros colectivos, de una revolución desde la radicalidad reivindicativa por un respeto, una dignidad y un orgullo hacia unos cuerpos que funcionan y son estéticamente diferentes a la mayoría estadística y en contra a la homogeneización corporal impuesta, convirtiendose la diversidad así en un valor desde la sexualidad.

También tiene que ver con la consecución de una serie de derechos humanos y sexuales sistemáticamente negados a un sector de la población, y que sirven para superar los estigmas sexuales asociados a la condición resultante del vinculo dis-capacitado / dis-ciudano reservada a las persona con diversidad funcional.

Además, esto supone una vía para que la valoración social de la diversidad funcional en general, y la consideración de las persona con diversidad funcional como seres sexuados empoderados cambie radicalmente, mediante el reconocimiento de las corporalidades diferentes y la identidad sexual de cada persona desde el respeto por la diversidad humana y la libertad individual.

Tiene que ver, también, con las corporalidades y la sexualidad no hegemónicas. Y esa es la gran aportación de este proyecto y las persona con diversidad funcional a la sociedad en general: la propuesta de un modelo social de diversidad inclusiva y en divertad, es decir, en libertad y con dignidad, en la que quepamos todas/os.

Y, por último, tiene que ver con la consideración de las persona con diversidad funcional como seres no solamente sexuados sinó como objeto de deseo porque la diversidad quedará asimilada socialmente como algo natural.

Según el bioético Javier Romañach: “si se desea construir una sociedad en la que todos quepamos. Si se desea que la diversidad funcional no represente una desventaja social ni un elemento de discriminación, se debe ir cambiando desde hoy la visión sobre la diversidad funcional y la dignidad en la que se sustenta”.

Desde Sex Asistent consideramos que, hasta ese cambio de paradigma anelado, la asistencia sexual será necesaria.

martes, 29 de abril de 2014

Sexualidad y discapacidad, en Zaragoza

La siguiente participación de Sex Asistent en España será el próximo día 6 en Zaragoza, gracias a la invitación que nos ha hecho la Federación DFA dentro de su cicloo de conferencias en relación a diversos temas relacionados con la diversidad funcional.

En esta ocasión, Laura Rubio impartirá un taller práctico mientras que Rafa Reoyo exlicará a los asistentes la visión particular de Sex Asistent en relación a la sexualidad de las personas con diversidad funcional.

Os esperamos a todas y a todos que estéis por allí ese día!


I Jornada sexologia y diversidad funcional Sex Asistent-Sexorum

El próximo 24 de Mayo Sexorum Centro Sexológico y Sex Asistent organizan en Madrid la I Jornada de Sexología y Diversidad Funcional bajo el título 'Miradas sobre la Asistencia Sexual'.
Existe doble modalidad de inscripción, presencial y on line para que todo el mundo encuentre su forma de participar. El formulario y más información sobre el evento se puede obtener en el siguiente enlace: I Jornada de Sexología y diversidad funcional Sex Asistent-Sexorum: Miradas sobre la asistencia sexual.
Aquí os dejo el programa y algunos detalles...


Libertad sexual y sus implicaciones sociales en la actualidad

Ayer, día 28 de abril, Sex Asistent tuvo el honor de participar en las jornadas 'Libertad sexual y sus implicaciones sociales en la actualidad', dónde presentamos la ponencia 'El derecho a la asistencia sexual'.

Las jornadas tuvieron lugar en la Fundación Ortega-Marañón, en Madrid, gracias a la iniciativa de María José Villaverde (catedrática de Ciencia Política de la UCM) y Glòria Poyatos (Magistrada-juez decana de los Juzgados de Lanzarote).

Os dejamos aquí el programa, aunque hubo alguna modificación de última hora. La gran valúa personal y profesional de los ponentes las convirtieron en una ocación excepcional para debatir entorno a estas cuestiones desde todos los puntos de vista y opiniones.

En ese sentido, Sex Asistent tubo la oportunidad de dar voz a las personas con diversidad funcional y, especialmente, a aquellas que defienden sus derechos sexuales para que éstos se puedan materializar en nuestro país en igualdad de oportunidades.




En el diario digital El Confidencial se puede encontrar un resumen de las intervenciones de todas y todos los ponentes de las jornadas, bajo un artículo titulado "Si mi abuela supiera que soy prostituta, me aplaudiría, porque no soy una víctima".